miércoles, agosto 23, 2006 

En otro lugar, en otro lenguaje...

Lo del temita de Israel y el Líbano sacude de vez en cuando mi mente con cierto tesón, plantea preguntas que mi amplio desconomiento me impide ser capaz de resolver sin sesgar mi opinión de algún modo, digamos que es necesario conocer para discurrir y yo carezco de el necesario compendio de información que me permita saber por qué ocurren ciertas cosas. El caché mental necesario como para dilucidar lo que no comprendo...

Aún así, el no ser absoluto conocedor no es excusa como para ser capaz de comprender términos que de algun modo nutren toda mente un tanto racional... el concepto de lo que es lógico y lo que no lo es sí que lo tengo claro y es esa circustancia la que obliga a un servidor a seguir buscando entre explosiones lejanas y discusiones entre individuos que todo lo saben y todo lo ponderan.

Discusiones que, haciendo que sienta envidia, aún pueden ser visualizadas en otros lugares y con otros lenguajes.

Ojalá en nuestra TV los políticos, los bienpensantes, se mojaran hasta la canilla y de este modo creen el camino para que todos aquellos que nos dejamos ir por la monotonía nos preocupemos un tanto por la pelota esa que queda en Oriente medio.

Que los misiles no entienden de idiomas y más nos vale que esto no acabe convirtiéndose en una nueva Babel.


jueves, agosto 10, 2006 

Profetas de hoy en día.

Os aviso, Megamax es el Dios del trueno y capitán de todo pelo graso. Es el alfa y el omega del análisis profundo y profundizado, con su léxico mordaz no vacila y nos descubre dónde quedan las dudas si él, con sus gafas y su jersey, no es capaz de eliminarlas.

En su espalda el imponente haz de luz solar le envuelve en el misticismo absoluto del que tiene en sus manos la sabiduría acumulada por el paso del tiempo.

Escuchad la palabra de uno de los grandes.

Profeta de razones perdidas en la oscuridad que todo lo oculta.




domingo, agosto 06, 2006 

Empatizar es vencer de otra manera...

Parto de una base, no me gusta la Fórmula 1, no me gustan los coches y no me resulta divertido ver como corren, como se queman los neumáticos mientras unos hombrecillos con trajes ignífugos se encargan una y otra vez de ser más rápidos que los de al lado en cambiar el resultado de tanta quemazón de caucho y derivados.

Ahora, como incongruente en potencia, varío mi discurso y enuncio que hoy vi cual loqueras de las cuatro ruedas el Gran Premio de Hungría de F-1. ¿Por qué?.

Ni idea.

Bueno, un poco de idea sí que tengo, hoy corría Pedro Martínez de la Rosa, un tipo alto y fino como un palo que cimbrea al viento que en los últimos tiempos ha sido el probador de McClaren y el comentarista de las carreras en Telecinco. Un señor que despacito se ha ido haciendo un hueco en el corazoncín de los telespectadores y de sus compañeros, el típico currante que poco a poco, desde muy abajo, con tesón y trabajo y todo lo demás ha logrado tener entre sus manos un volante en condiciones (con ayuda de Montoya, que se retiró en plan chulito piscinas cuando descubrió que no iba a comerse un colín).

El caso es que este joven de 35 tacos hoy quedó segundo y en su rostro se dibujaba el no saber cómo reaccionar ni de que manera celebrar algo que él no pensaba lograr a estas alturas de su vida profesional. Un punto de "entrañabilidad" bañaba sus gestos y su manera de sujetar el feo trofeo del que se ha hecho acreedor...

Empatía pura en la pantalla, la victoria del que no lo espera, la victoria del vecino de al lado que se retira para dejar pasar al grande y fuerte siendo él también casi tan grande y fuerte como el que deja pasar. El típico chico humilde con cara de bueno que trabaja en silencio y no critica ni envidia el éxito de otro (es difícil no envidiar a Alonso).

Por eso hoy ví la carrera, porque su segundo lugar es pensar en una playa de arenas blancas y un mar azul clarito lleno de sueños que para él empiezan a cumplirse.

Porque De la Rosa me cae bien y encima sonríe mientras sus ojos, sus brazos y su cuerpo no saben que posición se ha de tener para ilustrar la victoria del que tiene un anhelo y lo consigue despacio.

Es bello descubrir que vencer no es sólo terminar el primero.


miércoles, agosto 02, 2006 

NTLDR

Los alimentos perecederos, el cambio climático, la muerte celular programada, el carné por puntos o el miedo a la oscuridad. Quedarte sin gasolina, agotar la batería del móvil, no tener cambio de 5 € o perder el mechero ante la chica de tus sueños cuando te pide fuego para el último cigarrillo de la noche...

Me río yo de todo esto, nimiedades varias que no se pueden comparar con la pérdida del archivo NTLDR, ja, archivo cuya existencia no nos es conocida (sino eres informático o semejante señor de gafas de pasta) pero que puede hacer que suframos en dos días lo mismo que el pobre señor vestido de negro que frente a nuestro domicilio está picando piedra como un condenado a ganarse un pedacito mínimo de pan con el sudor de su frente.

Dicho NTLDR decidió fugarse de mi PC sin avisar, sin mi consentimiento, provocando como consecuencia el bloqueo más amplio del mismo que os podais imaginar. El efecto psicotrópico que este hecho generó en mi mente derivó en dos razonamientos simples pero concluyentes.
  1. Ser un "huevón" es fácil, debería hacer copias de seguridad de todos aquellos elementos dignos de ser "copio-segurizados".
  2. El hecho de poseer un PC redefine la localización tanto de tus datos preciados como de tus elementos de ocio.
"Transformado en un individuo que no ve ni siente,
ni más ni menos que un ser PC-dependiente."


Tardé 48 horas en dar con la solución. Lo peor, lo más ruín, es que esta fué el resultado de mil probaturas que fuí (fuimos pues solicité ayuda a un amigo) ejecutando una tras otra... para que de manera curiosona consiguiera resolverlo justo con el último de los intentos que me dispuse a ejecutar... ¡el último!

Imagino que don NTLDR habrá tenido unas buenas y lindas vacaciones... y también imagino que le habrán pitado bastante los oídos.

Porque no pude evitar acordarme durante un tiempo de su bella, y amada, familia.

He dicho.

Sobre el "músico"

  • Me hago llamar Citopensis
Adivíname

El Hermano mayor, y bohemio, del Xilófono

Día del Orgullo Friki 2007
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