El Xilófono

Estar enfermo es caer de bruces contra la dura realidad, nosotros "pispos" como elementos vivos y nuestras circustancias vitales se enmorodongan ante nosotros en una tormenta de fenómenos que nos dejan cerca del neonato inmóvil y el cacharro roto de la estantería. Los mocos, la fiebre, los vómitos y el perder líquido-sólido por orificio de oscuro nombre le recuerda a todo ser bípedo sustentado por hábito mental como un servidor que no somos más que elementos orgánicos en un entorno que quiere hacernos creer que no lo somos.

El cuerpo humano como fábrica, tal y como dijo Vesalio, en ocasiones se nos estropea y no nos deja más opción que caer tan alto como podamos dentro de una caida que debemos intentar que no lo sea.

Por eso llevo un par de días que no me entero, los "viruses" nos acompañan y ronronean junto a los oídos y yo que soy un poco despistado no me doy cuenta hasta que ya deciden darme una colleja en forma de cuadro sintomático en condiciones.

Espero que con estos inventos os sintais menos máquina y más humanos, con todo el peso de la carne que por activa y por pasiva nos compone.